Jesús:
Prepárate hijo mío como un templo muy especial del Señor. Vístete con la pureza, la humildad y todas las demás virtudes para que te alistes para ir y proclamar mi palabra. Si, Yo te proveeré la gente a quien le vas a hablar; te los presentaré para que tú puedas vaciar sobre ellos los regalos que Yo te he dado. Brilla la luz que Yo brillo en tu corazón, sigue adelante hijo mío, se mi testigo.
Diles que imiten el templo del Inmaculado Corazón de María, diles que se conviertan y se vuelvan tan complacientes conmigo como mi madre. Yo te bendigo hijo mío, vete y haz mi trabajo.