Jesús:
Hijo mío, tú tienes el deber de proclamar mi evangelio, tienes que ser mi mensaje viviente.
En el bautismo has recibido muchos regalos, muchos derechos, pero también has recibido una misión que tienes que cumplir, tienes el deber de esparcir la buena noticia por todo el mundo.
No es por medio de la elocuencia, o por muchas palabras, sino por tu ejemplo, tus oraciones por todo el mundo, y por tu compromiso a servirme como mi evangelio viviente, mi mensaje viviente y mi testigo. Yo te bendigo con mi coraje, y te abriré el camino para que tú viajes, te proveeré los corazones que escucharán mi palabra.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
Mi mensaje viviente
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