Jesús:
Hijo mío, muchas veces durante el día Yo le hablo a mis almas y les presento sugerencias para el cumplimiento de mi voluntad. Vengo tiernamente a cada uno aun cuando soy continuamente ignorado.
¿Quien quiere escucharle a Dios, cuando se sienten tan seguros, cuando piensan que lo saben todo y cuando se resienten si se les dice algo contrario a su voluntad?
Y sin embargo, Yo soy aquel que cuida de todos con amor sincero, deseándoles que sean salvados. Muy pocas almas se me acercan con la intención de recibir mi consejo. Parece como si tuvieran miedo de escuchar algo que les fuera a herir, pero por otra parte siempre escuchan diariamente al malvado ansiosamente, aunque son tan ciegos y sordos que no disciernen su voz.
Ellos desconfían tanto de mí que rechazan mi voz por miedo de tener que enfrentarse a la verdad.
Yo estoy parado en la puerta tocando, si alguien escucha mi voz, Yo le presentaré mi voluntad y el caminará en un camino seguro.
Hijos míos; manténganse alerta a mi voz sutil, no esperan que les hable con rayos y temblores, sino con cuidado gentil y persuasión, con la voz de mi misericordia.
Yo soy manso y humilde de corazón; Yo hablo humildemente siendo en verdad de acuerdo a mi naturaleza. Abran sus corazones a la silenciosa voz de mi voluntad; no sean sorprendidos por la voz de mi justicia.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
¿Quién quiere escucharle a Dios?
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