Jesús:
Mi querido hijo; se siempre mi instrumento. Brilla la luz de mi bondad a los demás, deja que mis palabras fluyan de tu corazón para aquellos que te escuchan y el poder de mi amor tocará sus corazones. Da mi palabra que es la comida de la vida para tantas almas hambrientas; algunas de ella muriendo de hambre, mi palabra de vida les llevará a recibir mi sangre sacramental y su salvación.
Se mi mensaje viviente para los demás a medida que das testimonio de mi evangelio, y les cuentas de las cosas maravillosa que el todo poderoso ha hecho en ti.
Nunca te canses de ser mi sirviente y de proclamar el arrepentimiento para su conversión.
Yo bendigo a todos los que tú bendices, te concedo mi paz.