El Padre Eterno
Hijo mío
Escucha con mucha atención la voz de mi Espíritu, que te habla constantemente en lo más íntimo de tu corazón. Esa voz tenue, casi silenciosa se levanta en la oscuridad de tu alma para traer luz en tu vida.
Esa es mi voz que nunca para de hablar, es la voz que te da inspiraciones buenas que siempre debes seguir. Escucha la voz de mi espíritu que te muestra caminos nuevos y no temas seguir esas inclinaciones de tu espíritu, porque cuando deseas hacer algo bueno, mi espíritu ya lo ha puesto en ti.
Bienaventurados los que escuchan mi voz y se ajustan a mi plan, ellos hacen mi voluntad. Son muchos los que desprecian la voz del espíritu y por eso están sordos, en cambio los que me escuchan, cada vez escuchan más.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
La voz de mi Espíritu
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