Dije, Señor háblame que tu siervo escucha.
El Señor me dio una visión:
Vi una pared antigua, dentro de un edificio, como de un metro de alto, en una parte se estaba colocando un bloque nuevo y se veía el mortero recién aplicado para fijarlo.
Yo esperé que el Señor me dijera algo y le dije, Señor háblame, me dijo ya te hablé. Entendí que debemos de ponderar y entender las visiones con la luz del Espíritu Santo.
Entonces luego me dijo:
Hijo mío
Tú eres roca de mi templo. Tú, al igual que todos los seres humanos, eres una parte muy importante de mi cuerpo místico, la Iglesia. Por esta razón debes ser soporte para el resto de ese templo con tus oraciones, tu ayuda y tu interés por la salvación de todos. No hay tiempo que perder. Así como en la cruz, mi humanidad se desmoronó, padeció y murió, así mismo está ocurriendo con mi cuerpo místico, la Iglesia.
Todo esto debe pasar para que se cumplan las Sagradas Escrituras y para el triunfo de mi resurrección con el nuevo Cielo y la nueva tierra. Mientras tanto lucha para que no se pierdan las almas y así glorifiques mi reino.

 Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre - Roca de mi templo