El Padre Celestial

Hijo mío, medita en el Espíritu.

Yo soy Espíritu, el Padre de todos los espíritus. Yo he creado a todos los seres humanos en mi imagen y semejanaza. Por eso tu eres espíritu. Te has detenido a pensar lo que eso significa? Yo soy invisible, y la parte tuya que más se asemeja a mí, es el espíritu. El espíritu es esa parte invisible dentro de tu ser que manifiesta los deseos más profundos de mi imagen dentro de ti. El espíritu es el que te ayuda a elevar tu oración, a seguir mi ley natural dentro de tu corazón, a buscar la perfección divina. El espíritu es esa parte poderosa que está por encima de la carne, porque aunque la carne sea débil, el espíritu lo puede todo.

Tu eres hijo mío, hijo de la Luz; el espíritu se mueve en esa luz y puede desplazarse en un instante a cualquier distancia, puede elevarse a mi trono en adoración, puede pedir con una forma superior a la palabra y a la mente, pues es parte mía y está íntimamente unido a ti. Por eso mi hijo Jesús ha pedido a los verdaderos adoradores que adoren en espíritu y en verdad.

El hombre carnal opaca la acción del espíritu, por eso se guía por sus pasiones y camina en la oscuridad, en contraste el hombre espiritual mantiene el espíritu dominando las pasiones y la debilidad de la carne y puede de esa manera elevarse en mi luz a mi Presencia.
La oración constante es importantísima para crecer en el espíritu, el alma debe dedicarse a las cosas celestiales y santas, alejarse de las cosas terrenas y despreciar el amor propio, de otra manera la potencia del espíritu estará atrapada en la cárcel de la carne.

Todo ser humano es templo de mi Espíritu Santo, por eso todos deben invocar mi espíritu para que los guíe y los ayude en sus dificultades, deben mantener sus templos puros alejándose del pecado.

 Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre - Medita en el Espíritu