Jesús
Querido hijo
Yo soy el Tesoro Celestial del Reino de los Cielos. Yo soy la Gracia y la Salvación que enriquece al hombre y le permite entrar al Cielo. Yo soy esa riqueza que todo ser humano debe poseer para poder usarla como moneda ante el Padre Celestial. Mi Sagrada Humanidad quebrantada, la Sagrada Eucaristía, las devociones a mis Santas Llagas, a mi Preciosa Sangre, la Adoración al Santísimo Sacramento, y muchas otras devociones y oraciones, son el dinero celestial con que tú puedes pagar por tu Salvación y conseguir la Gracia para la Salvación de muchas almas.
Yo soy el talento de los talentos; cuando descubres este gran tesoro, debes usarlo y multiplicarlo, pues de otra manera estarías despreciándolo.
Regocíjate hijo mío por que tú eres muy rico, pues has encontrado el tesoro que muchos ignoran, otros lo desprecian, no lo valoran y por esto viven en la ruina espiritual.
Vuélvete un apóstol de la Gracia, negocia diariamente con esta moneda celestial, pide la Gracia para todas las almas, todos necesitan de mí, haz que esta fortuna celestial se multiplique y que el Reino de los Cielos se establezca en todos los corazones.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
Tesoro Celestial del Reino de los Cielos
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