Jesús
Querido hijo
Quiero que tu corazón y tu alma se conviertan en un fuego de adoración muy intenso, para que eleves en el espíritu tu adoración al Altísimo.
Quiero que estés en primera fila unido a los serafines y me des continua adoración, adoración, adoración.
La adoración de un alma de Dios, hace reparación por los millones de almas que están en la frialdad total hacia Dios, ese fuego de amor desata la Gracia que las almas frías necesitan para encenderse y venir a Dios. Por eso te pido constante adoración.
Aunque estés en tus ocupaciones normales, suelta el espíritu para que este se eleve en adoración y glorifique a su Creador.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
La adoración de un alma de Dios
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