Jesús
Hijo mío,

El demonio sufre mucho cuando se hace una oración de exorcismo; su orgullo es quebrantado cuando es ordenado en mi nombre o en el nombre de mi Madre. Él siempre pone resistencia y pretende quedarse, pero sufre cuando es sometido con autoridad en mi nombre. Yo lo arrojé fuera de muchas almas y dejé el poder de mi nombre en la Iglesia para que todos los creyentes puedan hacer uso de este poder.

Su batalla está ganada en las almas que se entregan al pecado y desprecian la ayuda divina, sin embargo cuando un alma influenciada o poseída hace una confesión completa de sus pecados, y esto es, sin omitir absolutamente ningún pecado, entonces el demonio pierde todo su poder sobre esa alma.

Son muchas las almas que pertenecen al demonio en este momento, muchas de ellas llevan sus vidas normales ante los demás, nadie se imaginaría que el demonio vive en ellos, pero solo Yo que miro las almas se que están en camino de la perdición.

Todos los que están en estado de Gracia deben hacer oraciones de liberación y exorcismos para arrojar fuera los demonios de las almas que están viviendo bajo la influencia de Lucifer. La Iglesia tiene Sacerdotes expertos para los casos extremos de posesión diabólica, pero el exorcismo de los fieles también tiene gran poder, especialmente cuando se hace en ejercicio de la caridad por el prójimo.

No es necesario estar ante una persona para hacer un exorcismo; en el Espíritu se puede exorcizar el demonio a cualquier distancia, aún en forma colectiva.

Las personas que desean hacer exorcismos tienen que mantenerse en estado de Gracia, no pueden tener pecados pendientes porque el enemigo se sirve de esto para crear distracciones y empeorar las cosas.

Yo soy el arma que tú debes usar siempre para el exorcismo, mi Santo Nombre, mi Santa Cruz que representa mis Santas Llagas, Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y Angustias al igual que las de mi Madre. El Santo Nombre de María tiene un poder especial en estos tiempos para aplastarle la cabeza al dragón, que por su mentira y orgullo causó el pecado y la muerte en el mundo, lo cual me llevó a mi sufrimiento y muerte en la cruz. Yo obtuve la victoria para toda la humanidad, ahora todos deben luchar contra los ataques del demonio, deben resistir el espíritu del mundo y los llamados a pecar en la carne.

Cuando un alma fiel hace exorcismos, le arrebata muchas almas al demonio, así que no sientas ningún temor, Yo estoy contigo, el enemigo queda ciego cuando percibe mi luz, su orgullo es humillado cuando un alma humilde me ofrece al Padre Eterno para que el demonio salga fuera.

Yo soy la victoria de todas las almas.

 Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre - Oración de exorcismo