La Santísima Virgen María - Fiesta de su Inmaculado Corazón
Hijo mío,
Con mucho dolor miro la situación de esta humanidad alejada de Dios. (Visión: vi un abismo muy profundo en la tierra como si se hubiera hundido, tenía varios kilómetros de largo, ancho y de profundidad.)
Con lágrimas de sangre lloro en compañía de mi hijo, pues muchas almas han escogido vivir en la oscuridad, alejados de Dios, viviendo ahora en la plenitud del pecado y teniendo como futuro el castigo del fuego y los dolores eternos. Los pecadores se están arrojando a ese abismo de la perdición, están ciegos y sordos a todo lo que se les hable de Dios, por eso Yo estoy sufriendo mucho, pues soy la Madre de todos ellos y no quiero su condenación.
El Señor me ha llenado de su Gracia para concederles el perdón, pero no puedo actuar sola, la Gracia desciende al mundo a través del mérito, y poco se encuentra hoy.
Las oraciones de mis hijos consagrados son ahora el arma potente que permite que mi Gracia fluya hacia los pecadores llevándolos a la conversión.
Por este motivo te pido que vivas unido a mi corazón y al de mi Hijo, inmolando tu vida en adoración y reparación por todas las almas.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
El castigo del fuego y los dolores eternos
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